Fue de palo y palo, con idas y vueltas entre Juventus y Napoli, que en Doha buscaban el título de la Super Copa de Italia.
Finalmente fue el equipo de Gonzalo Higuaín el que amargó a Carlos Tevez y al tucumano Maxi Pereyra, y lo hizo tras venir siempre de atrás, tanto en los 90 minutos regulares, como en el alargue y en los penales.
Desde lo emocional, el partido fue una locura. Empezó bien la “Juve” con un Tevez que cobró con el 1-0 una falla en la zaga de Napoli. Pero cuando parecía que el líder del Calcio se acomodaba en la cancha, los napolitanos se dieron maña para equipar las acciones y el resultado. Todo gracias a la gran noche de Gonzalo Higuaín, que logró emparejar el asunto. Después hizo lo propio en el suplementario.
“El Apache” había vuelto a adelantar a su club, pero su compañero de Selección, cuando el alargue se esfumaba, igualó.
Llegaron los penales y así la apertura de la serie con dos pifias. Una por bando. Tevez falló en Juventus. A su turno, Higuaín, no.
Cumplidos los cincos disparos, comenzó la manga de uno a uno. Allí se lució Gianluigi Buffon, el eterno arquero de Juventus que le entregó en bandeja dos veces la oportunidad a su equipo de ganar. Pero sus compañeros, uno de ellos Pereyra, fallaron.
Napoli sobrevivió y después su arquero, Rafael Cabral, le dio el título al contener el intento de Simone Padoin.